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Gonzalo Pérez, presidente de Sura, nos habla acerca de “Nos tocó una época, en la que aprendimos y también sufrimos”
Así se expresa Gonzalo Alberto Pérez, presidente de Sura, a semanas de dejar el cargo. La pandemia y las OPA del Grupo Gilinski por Nutresa fueron los retos que debió encarar.
Si presidir un conglomerado empresarial del cual dependen alrededor de 79 compañías en 11 países es un desafío enorme en tiempos de normalidad, imagine las complicaciones adicionales de la tarea, si al asumir el cargo está llegando una pandemia.
Le ocurrió a Gonzalo Alberto Pérez, presidente del Grupo Sura, quien considera que su caso debe ser exclusivo. Pero, ¿cómo se sortea una coyuntura como esa, para la cual no hay manual ni cartilla de instrucciones?
“Creo que los seres humanos, en la medida en que nos den la capacidad, somos responsables. En su momento, cada quien desde su casa asumió las responsabilidades de sus oficios y de sus cargos, sin manuales, sin haberlo previsto y las compañías siguieron trabajando y funcionaron”, respondió Pérez, quien en poco más de un mes dejará la presidencia de la holding financiera.
De hecho, el pasado viernes en Plaza Mayor el empresario encabezó la última asamblea de accionistas de Sura en la que fue objeto, muy a su pesar, de un reconocimiento.
La vocería la tomó Jaime Arrubla, miembro de la junta directiva, quien exaltó no solo los últimos cuatro años en los que Pérez se ha desempeñado como presidente de la compañía, sino a la trayectoria de más de cuatro décadas en esa organización en la que, según dice Pérez, ha tenido su “único empleo”.
En esa línea, Arrubla expresó que las empresas de Sura han sido el lugar en el que Pérez ha demostrado su liderazgo inspirador el cual “ha ejercido con un sello muy propio y personal auténtico”, con el que por años ha apoyado el crecimiento personal y profesional de muchas personas.
Otros embates
La gran lección que le dejó la pandemia al presidente de Sura tiene que ver con las competencias y capacidades que debemos tener las personas. “Esas capacidades que las personas llaman blandas, pero son mayores que el conocimiento: la capacidad de responder a las altas volatilidades, de trabajar con altísima incertidumbre y, obviamente, a altísima velocidad”.
Pero, superado el capítulo de la pandemia vinieron las OPA del Grupo Gilinski por Nutresa y por el mismo Sura, proceso que a casi dos años y medio de iniciado está por finalizar.
¿Cuál es la reflexión que hace? “En este caso hay lecciones de las que todos aprendimos. Aprendimos a ver estas compañías de otra forma, y a tener una interlocución distinta a la que teníamos tradicionalmente”, comentó Pérez.
Otra enseñanza que queda es que los involucrados fueron capaces de sobreponer diferencias que existieron desde el principio, porque se trató de una forma distinta de aproximación a los negocios, que necesitó buscar qué era lo mejor para todos.
“Obviamente, fueron dos años y medio de construcción, pero cuando nos sentamos a pensar juntos el acuerdo de Madrid y el contrato de junio 15 del año pasado, estos fueron relativamente rápidos y la solución de ese acuerdo y el desarrollo de ese acuerdo al final del día se hizo en unas condiciones de mutuo entendimiento, respetando las diferencias”, agregó.
En este punto, Diego Patiño, quien fue presidente del sindicato en Suramericana y en algunas ocasiones contradictor del entonces jefe de personal, recordó que siempre hubo respeto y cercanía para resolver los conflictos.
“Él es un líder y una de las cosas que más me impresionaba de él es que, en las presentaciones del plan estratégico, lograba contagiar e inyectar energía, con lo que uno se sentía motivado para innovar y contribuir con más de lo que uno ya había hecho”, mencionó Patiño.
Cuenta de cobro
Aunque los acuerdos con Gilinski e IHC están aún en ejecución y por estos días avanza una OPA por el 23,1% de las acciones de Nutresa, se da por hecho que a los actuales presidentes de los grupos Argos, Nutresa y Sura la historia les reprochará que no mantuvieron el enroque accionario que por más de 40 años hubo entre estas empresas.
¿Le causa algo de “guayabo” esa situación? A lo que el empresario respondió: “Creo que todos pasamos a la historia o no pasamos, cualquiera de las dos aproximaciones es válida. Somos bastantes circunstanciales y creo que hay que desprenderse un poquito de esas condiciones”.
Y también reconoció: “Creo que nos correspondió una época en la que aprendimos, también sufrimos y no voy a decir que no. Obviamente, es más cómodo si no tuviéramos esas interacciones, las OPA y tener que atenderlas. Era más cómodo atender lo normal que veníamos atendiendo, claro que sí, igual que como la pandemia, pero sin duda alguna aprendimos y eso no lo podemos dejar a un lado”.
Obviamente, para Pérez el enroque marcó un hito en la historia económica y empresarial del país. “Lo que significó el cruce accionario entre estas compañías desde 1979 a la fecha fueron unas visiones de largo plazo, una forma de hacer empresa, una forma de aproximarnos a la sociedad de los países y eso no se va a terminar cuando se termine, que valga un poco la cacofonía, el cruce accionario. Eso quedó instalado en estas compañías, esa es parte de su cultura, es parte de la identidad y la forma de ser y eso es todo lo que cultivamos. Lo que tenemos que hacer ahora es decirle a todas las personas que esta forma de ser y esta visión de largo plazo nos hizo llegar a ser las compañías que hoy somos”.
Y es que cuando Pérez entró a la compañía, en 1981, era la cuarta aseguradora de Colombia y hoy es la tercera de América Latina. ¿Ese ascenso, qué lo hizo? “La visión de largo plazo, esa cultura de paso a paso de ir construyendo con todos. Entonces, creo que eso quedó arraigado y sembrado en estas compañías, y en ese sentido ese espíritu va a seguir. Se termina el cruce accionario, es una circunstancia, pero el sentido de estas compañías para la sociedad, para Antioquia, para Colombia, para América Latina, que lo hemos proyectado, va a seguir existiendo”.
Si bien Pérez hace referencia a la terminación del cruce accionario, en un diálogo reciente de EL COLOMBIANO, con Jorge Mario Velásquez, presidente de Grupo Argos (conglomerado que hoy es el principal accionista de Sura), también sugirió que en el futuro veía a estas compañías sin ese entramado.
¿El cruce accionario debe mantenerse o no? “No. Tenemos la claridad de que nos debemos focalizar y esa claridad la hemos tenido ya desde de un tiempo atrás. Lo que pasa es que los procesos se van dando. Entonces, es claro que nosotros nos debemos focalizar en los servicios financieros y como Grupo Sura tenemos que estar en eso y lo venimos haciendo”.
Parte de ese enfoque se evidencia en las desinversiones recientes de la compañía (venta de Hábitat a Grupo Pegasus) que han sido “pequeñas”, pero buscan que los activos, las inversiones y el portafolio estén concentrados en servicios financieros.
“Eso implica, claro está, que en su debida oportunidad, el cruce o participaciones que tenemos en las otras compañías deje de existir, pero hay que buscar el momento oportuno para que eso suceda y lo estamos buscando”, aseguró.
Perspectivas
Con el conteo regresivo para su retiro el 30 de abril y una junta directiva recién posesionada que será la encargada de elegir su reemplazo, Pérez visiona hacia dónde debe avanzar Sura, al estar desligado de la inversión de portafolio que por años representó ser socio de Nutresa.
“Hacia el servicio financiero. Tenemos que profundizar estas compañías dentro de los países en que estamos, por ejemplo, cada una de las filiales debe hacerlo Suramericana, Sura Asset Management, el mismo banco (Bancolombia), porque ahí hay una oportunidad de crecimiento infinito que no implica ni siquiera hacer más de lo mismo”, dijo.
Y si no es haciendo lo mismo, ¿cuáles son las opciones? “Eso implica pensar distinto para poder acceder a esos mercados a los que no hemos llegado. Y no hemos llegado ni siquiera por falta de virtualidad, es porque necesitamos productos, soluciones más pertinentes para esa población a la que no hemos llegado. Ese camino es el que hay que recorrer”.
Para Sura, que este 2024 cumple 80 años de existencia, desde la óptica de su próximo expresidente tiene en América Latina múltiples oportunidades para seguir creciendo. “Estamos en 11 países jóvenes, con oportunidad de más capacidad de ahorro y posibilidades de mayor formalización”.
¿Cuál es el libro listo en la mesa para leer?
“Hay muchos. Me gusta mucho la historia, estudiar a Bolívar. Me gustan los césares y un poco Alejandro Magno”.
¿Y la tarea que podrá hacer?
“Tal vez sean unas cosas muy extrañas, pero quiero estudiar historia con un profesor que me enseñe. Quiero estudiar música para seguir tocando saxofón y quiero dibujar, pues mis notas de colegio y universidad fueron dibujos”.
¿Y el repertorio para el saxofón qué abarca?
“Caben tangos como Caminito y Volver. No he podido con Por una cabeza. Y el repertorio abarca desde los boleros, salsa, jazz y blues”.
¿Para el dibujo, cuál es la técnica?
“Lápiz y he estado aprendiendo de diferentes lápices, difuminadores y cosas de esas”.
¿Qué va a extrañar de Sura?
“Las personas y la conversación permanente”.